EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 25/02/14
Recién
en el día de ayer comenzó el juicio oral por las muertes que nos dejó la crisis
del 19 y 20 de Diciembre del año 2001, la más grande de la historia argentina.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Federal N° 6, comenzó a juzgar, entre otros,
a los entonces Secretario de Seguridad Enrique Mathov y al Jefe de la Policía Federal
Rubén Santos del gobierno de Fernando de la Rúa.
Muestra,
en una primera mirada, la constante lentitud del Poder Judicial que padecemos los
argentinos. Más de 12 años pasaron, y se anuncia uno más, por el desarrollo del
juicio, para culminar con el juzgamiento de hechos que no admiten demasiadas
complejidades. Consecuencias trágicas, con cinco muertos y 117 heridos, que además
encuentra a los acusados en libertad desde entonces y al ex presidente Fernando
de la Rúa
sobreseído en la causa, siendo que éste había declarado el estado de sitio sin
el aval del Congreso. Este sobreseimiento hoy está en manos de la Corte Suprema de
Justicia.
Demasiadas
irregularidades, para un Poder Judicial que por causas mucho menores, con sus
dictámenes, puebla las cárceles de delincuentes de menores recursos.
La lucha del gobierno nacional por
democratizar la estructuralidad del Poder Judicial, que se inició hace unos
años, debería continuar su marcha. Los postulados de la organización “Justicia
Legítima”, formada por funcionarios del Poder Judicial, abogados y
especialistas en la temática, son un aporte fundamental a tener encuenta para
la reforma. Su lema, “menor corporación, más democracia”, es muy claro en su
intencionalidad de ir a fondo en la transformación de uno de los tres poderes
del Estado que conserva aún resabios de la dictadura militar terrorista que
precedió a la democracia conquistada ya hace 30 años.
El abogado del Centro de Estudios Legales y
Sociales, Maximiliano Medina, señala, con gran acierto, que la causa debe
generar jurisprudencia que fije estándares para analizar a futuro las
responsabilidades jerárquicas de las acciones represivas de las protestas
sociales.
La palabra futuro en este sentido cobra gran
dimensión. Hemos visto y vemos la impunidad con que muchas veces algunos
gobernadores –los menos del total de las provincias- reprimen sin dudar
diversas protestas sociales puntuales. El caso paradigmático es el del Jefe de
Gobierno de la Ciudad,
Mauricio Macri, con el antecedente de la represión salvaje a los trabajadores
del Instituto Borda y la actual constante represión a los manteros del barrio
del Once, entre otras acciones policiales. No nos asombremos si este accionar
represivo culmina en algún momento con muertes inocentes en la Ciudad de Buenos Aires.
En este contexto que hemos relatado, cobra
dimensión histórica la decisión del ex presidente Néstor Kirchner, al asumir su
cargo en el año 2003, de no reprimir bajo ninguna circunstacia la protesta
social. Esperemos que siga siendo la regla, y que las excepciones sean
castigadas con todo el peso de la justicia sobre las responsabilidades
materiales e intelectuales.
Mi nombre es Mario Della Rocca, el programa
es Política con ideas.
EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 04/03/14
Ante
el mensaje de la Presidenta
en la Asamblea Legislativa
por el inicio de sesiones ordinarias, con un pormenorizado análisis de lo
ejecutado en el año 2013 y lo proyectado a 2014, las declaraciones del conjunto
de la oposición política no han diferido de los posicionamientos adoptados
durante todos estos años de gobierno kirchnerista. Desde la actitud ilegítima
de diputados que tendrían que cumplir con su función de concurrir a la Cámara, como Elisa Carrió y
Fernando Solanas, que creen que sus funciones –para lo que el pueblo los votó-
están en concurrir asiduamente a los sets de televisión de los monopolios
informativos, como la actitud general opositora de criticar toda medida
gubernamental sin proponer ninguna alternativa superadora.
O es que están apoltronanados cómodamente en
sus cargos, en un aburguesamiento que ya lleva años, o no tienen ideas
innovadoras para proponer, o creen que al proponer alternativas el juicio de la
población será negativo frente a éstas. Por caso, la presidenta tuvo que
indicarles expresamente en su discurso, que si no están satisfechos con los
resultados de los acuerdo con Irán por la causa AMIA, presenten una propuesta
viable alternativa, que sería considerada y tomada en cuenta si es necesario.
La inmovilidad opositora contrasta
notablemente con la hiperactividad del Poder Ejecutivo en propuestas de
gobierno para el próximo año.
Sólo el sector liderado por Sergio Massa
comenzó a insinuar sus propuestas, poco antes del mensaje presidencial, que
debemos tomarlas como factibles de implementación si tienen la posibilidad de
acceder al gobierno.
Por supuesto, las propuestas que pueden ser
polémicas nunca van a salir de boca del principal referente del sector. En esto
Carlos Menem sentó un precedente nefasto a mano de muchos opositores, cuando
señaló: “si decía lo que iba a hacer, nadie me votaba”.
Pero a pesar de esto vamos a escuchar en el
programa la propuesta del diputado massista Felipe Solá que la gente aceptaría
una reducción de salarios si fuera para conservar el empleo. Fórmula
archiconocida de las propuestas neoliberales, apelar al miedo a perder el
empleo para ajustar los ingresos de los argentinos. La usan cuando hay alto
desempleo –como en la época menemista-, aunque ahí ya el alto desempleo
disciplina automáticamente la baja salarial, porque la gente acepta cualquier
salario para obtener un trabajo. Y también la usan cuando hay un bajo índice de
desempleo como el actual, como si a lo conquistado con políticas activas del gobierno,
hubiera que balancearlo con una desmejora en los ingresos. Somos enfáticos,
estás fórmulas ya las padecimos los argentinos, y no deseamos volver a
padecerlas.
Como la propuesta del también ahora massista
dirigente de la Unión Industrial
Argentina Ignacio de Mendiguren, de postergar las paritarias por aumentos
salariales, que se tienen que dar urgentemente para paliar los efectos de la
devaluación y aumento de precios de comienzos del año.
Pero esto lo tomamos como un signo positivo.
Que cierta oposición comience a delinear sus propuestas de gobierno. Aunque no
nos gusten, esto eleva la posibilidad de que la ciudadanía elija sus
representantes con conocimiento de causa. En definitiva eso hace bien a la cultura
política argentina.
Mi nombre es Mario Della Rocca, el programa
es Política con ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario