EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 21/01/14
A comienzos del siglo IXX los
obreros ingleses llamados luditas destruían las máquinas con el intento de
detener lo que se convertiría más tarde en la Revolución Industrial.
Pero la Revolución
fue indetenible. Lo mismo ocurre desde hace un tiempo con el fenómeno de la
globalización. Es indetenible, pero podemos y debemos pensar cómo insertarnos
en ella, pasiva o activamente, dejándonos llevar o actuando para utilizar lo
mejor de ella y tratar de desechar lo que nos perjudica como país.
A la globalización de los capitales
trasnacionales debemos enfrentarla con un Estado nacional activo en la defensa
y promoción de los intereses de los argentinos. Y esto significa, entre otras
cosas, defender las empresas argentinas, simple y contundentemente porque no
son entes recaudadores para los capitales trasnacionales, sino que deben
cumplir con su función social de brindar un servicio eficientes a sus usuarios,
que además son las que las mantienen.
Nos dan mucha alegría los avances
tanto los avances de YPF como de Aerolíneas Argentinas. YPF retomando su
eficiencia y eficacia, que permite que ya no haya desabastecimiento de
combustible en todo el país como ocurría en las épocas privadas, y obteniendo
nuevas inversiones que le permitan crecer al ritmo que las necesidades del país
lo requieren, así como lo requiere el avance tecnológico.
Aerolíneas Argentinas consiguiendo
nuevas rutas de vuelo, que habían sido dejadas de lado por anteriores dueños
privados en su plan de vaciar la empresa y beneficiar a las competencias
internacionales. Poco a poco, la aerolínea de bandera va conectando nuevamente al
país e incorporando rutas extranjeras que le permiten un ingreso de divisas
importante.
Para recuperar Aerolíneas Uds.
saben que el Estado debió poner dinero y hoy lo continúa poniendo, para recuperar
una empresa vaciada. El tan mencionado déficit en que hacen hincapié sin cesar
los medios de comunicación hegemónicos, que no levantaban su voz cuando se
vaciaba la empresa. Durante 2013, damos la buena noticia, que la empresa
argentina ha disminuido su déficit operativo en un 44,1%, gracias al aumento de
la cantidad de pasajeros transportados acorde con el mayor nivel de frecuencia
de vuelos.
Nos interesa destacar hoy que es
posible una gestión estatal con eficiencia, algo que decían que era imposible
quienes desde los años ’90, con su política de privatizaciones y su proyecto
neoliberal, le habían negado a los argentinos, sometidos a relaciones carnales
con el gran capital, del cual seguramente recibieron las migajas de un apoyo
político o del ejercicio de la corrupción.
Para finalizar, un
recuerdo con cariño a la figura del poeta y militante Juan Gelman, fallecido
hace pocos días. Poeta con todas las letras, militante con todas las letras, y
víctima del dolor más profundo a que fue sometido como ser humano, la
desaparición de dos hijos y de una nieta con la que finalmente se reencontró en
el año 2000. A
ella le escribía una carta, antes de conocerla: Decía Gelman: “Ahora tenés casi
la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos
se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo
más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos.
Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre
tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte
brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar.
Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya
sos grande, dije.” Juan Gelman.
Mi nombre es Mario Della Rocca, el
programa es “Política con ideas”.
EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 04/02/14
Como
se vió en las ultimas semanas el país atraviesa un gran enfrentamiento entre el
Estado, la política en defensa de los intereses ciudadanos, y los intereses
personales y corporativos de parte de nuestra sociedad, a los que no le
interesa el país, y muchos pensamos que convendría que vivieran e hicieran sus
negocios en Miami –allí estarían en la cuna del capitalismo- antes que hacer
pasar sozobras constantes a millones de argentinos.
Existe una batalla económica del gobierno
con las grandes corporaciones, uno de los ejemplos es la necesidad de
implementar un ente regulador de la comercialización de granos para que no se
continúe especulando con la venta de las cosechas. Hoy hay 27.000 millones de
dólares –casi el valor total de reservas que tiene el país- guardados en los
silos especulando la patronal agraria con un golpe de mercado a través del
aumento de precios, lo cual repercute en el pan, la harina, y muchos alimentos
más. Mientras, el golpista jefe de la Sociedad
Rural, Luis Etchebere, declara: “¿Quién puede confiar en un
peso que se hace agua en las manos?”.
Existe también una batalla social, en la
cual consideramos importante el Plan Pro.Gre.Sar. que permite a cientos de
miles de chicos empezar o culminar sus estudios. Seguramente habrá algun
político, como el radical Ernesto Sanz cuando se implementó la Asignación Universal
por Hijo, que dirán que ese aporte a la gente se irá por la vía de la droga y
el alcohol.
Presenciamos también una batalla comunicacional,
una “guerra civil comunicacional” como la denomina el periodista e intelectual
Ignacio Ramonet, contra la poderosa batería de mentiras y manipulaciones
informativas que disparan sin cesar los medios de comunicación hegemónicos.
Todas estas batallas operan sobre la
subjetividad de los ciudadanos, lo que piensan, lo que sienten, que modelo de
país quieren y sueñan.
Creemos que en ese escenario de la sociedad
civil se ha ganado mucho pero falta muchísimo por hacer por parte del gobierno
democrático. Las alucinaciones por el dólar son una muestra que una parte de
los argentinos sigue especulando en vez de ahorrar sanamente, consumir o
invertir y atados a la cultura de la dolarización que naciera con la llamada
“tablita cambiaria” (lindo nombrecito para terrorífico plan) durante la
dictadura con el Plan Martínez de Hoz. La lucha del gobierno y de la ciudadanía
conciente por dotar de credibilidad al peso debe seguir por todos los medios. En
estos últimos tiempos, con el dólar, el gobierno ha perdido por ahora en su
lucha, la consecuencia fue la devaluación, que afecta el bolsillo de las clases
bajas y medias.
El discurso que debe adquirir mayor
consistencia, y emitirse por todas las vías posibles, es que la devaluación
constante nos puede retrotraer a la crisis de 2001. Mucha gente podrá comprar
500, 1000 o 2000 dólares por mes ahora, pero en este espiral una posible crisis
llevaría su salario a la mitad o en el peor de los casos a un tercio. Esta
lógica es la que no entiende una porción de la clase media, mientras otra porción
lucha conciente por mantener el rumbo emprendido por el gobierno nacional. Son
los que después se quejarán contra la clase política como en el 2001, después
de haber votado a Carlos Menem en el año 1995, sin haber actuado con un mínimo
de conciencia ciudadana.
Por suerte el gobierno tiene signos de
fortaleza en lo político y económico pese a las dificultades, sino estos
últimos meses podían habernos llevados a una crisis in crescendo que podía
desembocar en una situación similar a la del 2001.
Estimados oyentes, en la Argentina de hoy hay una
lucha permanente entre intereses en conflicto, es hora que las clases populares
y la clase media conciente de sus verdaderos intereses se unan en defensa de la Argentina que tenemos.
No todo depende del gobierno, aunque esperamos que rectifique algunos errores y
tome medidas de fondo contra los especuladores. La ciudadanía también debe aportar
su parte.
Mi nombre es Mario Della Rocca, el programa
es Política con ideas.
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