EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 11/03/14
Manifestábamos
en un editorial anterior que el método que hoy utilizan los medios dominantes y
su brazo mediático para influenciar sobre la población es el de la inseguridad
en todas sus formas. Inseguridad para insuflar miedo y terror sobre diversos
aspectos de la vida social.
Miedo a la inseguridad en las calles, miedo
a los movimientos económicos y corridas bancarias, miedo a la hiperinflación,
miedo al aislamiento de la
Argentina en el mundo, miedo por las relaciones políticas con
países demonizados por el establishment, miedo a quedarse sin canales de TV por
la ley de medios, y podríamos nombrar muchísimos más. En esta semana se ha
insuflado el miedo en la población por un supuesto aumento desmesurado del narcotráfico
en el país, sin la menor fundamentación de lo que significa la inserción del
narcotráfico organizado en una nación, como ocurre en algunos países hermanos.
Nunca encontraremos fundamentos a los
mensajes de estos medios de comunicación dominantes, siempre mensajes
aterradores tendientes a inmovilizar a la población e incitarla a pensar en un
país que no está en condiciones de ser vivido. Recordamos como paradigmática,
en el canal TN, durante los festejos del bicentenario, la apelación de un
periodista a no concurrir a la plaza ya que la cantidad de gente que estaba
concurriendo podría provocar un caos, y que llegar a las inmediaciones resultaría
imposible. Si la población diera por cierta muchas de las manifestaciones de
estos medios, que lucran con todo lo negativo, no se moverían de sus casas,
ancladas frente al televisor.
Yendo al narcotráfico, que hoy va a ser tema
del programa, han sido invalorables las declaraciones del reciente titular de la Secretaría de
Programación para la
Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico
(SEDRONAR), el Padre Juan Carlos Molina, designado con el gobierno nacional.
Éste señaló, ante el avance de las repercusiones de los medios, que la alarma
es injustificada, que la
Argentina no tiene nada que ver con el flagelo social que
sufren otros países. Y que la
Secretaría a su cargo está encarando una política de
persecución a los traficantes, dejando de lado la política de persecución a los
pequeños consumidores que fue casi norma en nuestro país.
Tenemos
muchas esperanzas, por haberlo escuchado, en este nuevo funcionario con sus
propuestas de políticas antidrogas. No son las de quienes quieren insuflar
terror en la población, mientras Uruguay transita sin grandes escozores su
política de despenalización de la marihuana, justamente para combatir a los
narcotraficantes y no insumir esfuerzos de las fuerzas de seguridad en
perseguir a los pequeños consumidores.
En
esta temática del narcotráfico cada país es una realidad muy distinta una de
otra, por variados motivos políticos, económicos, sociales, culturales,
históricos.
La Argentina
se merece un tratamiento a fondo del tema, sin nadie que nos aterrorice y sin
supuestas ayudas externas, como la de los Estados Unidos, que no colaboran en
los países donde se ejecutan y traen males peores.
Es
un tema de la agenda de la argentina que el gobierno tendrá que transitar sin
pausa, y también sin quienes nos aterroricen con falsas especulaciones.
Mi nombre es Mario Della Rocca, el programa
es Política con ideas.
EDITORIAL “POLITICA CON IDEAS” – 18/03/14
Si
existe una muestra fehaciente de la oposición política que padecemos los
argentinos, el proyecto de reforma del Código Penal la mostró con todas sus
carácterísticas de nula seriedad en su función de proponer alternativas al
gobierno y proyectarse para aspirar a gobernar seriamente el país.
Hace
más de dos años una comisión formada por especialistas y representantes
interpartidarios se abocó a proyectar la reforma del Código, tomando a la misma
como una política de Estado. Luego del arduo trabajo, que establece la
reformulación de 289 artículos, y su presentación en sociedad, la oposición
política mostró su verdadera cara: un rejunte de dirigentes que se unen y
divorcian con la facilidad que les dictan sus conveniencias personales, sin
importarles las reformas legales importantes para el país y su sociedad. A uno
no le cuesta mucho pensar en si un sector de este grupo de dirigentes tuviera
alguna vez la posibilidad de ser gobierno, con sus idas y vueltas, con sus dichos
y contradichos, con su escasa seriedad para convertirse alguna vez en dirección
del Estado.
Y
tampoco cuesta mucho pensar en la crisis del 2001, cuando la Alianza gobernante
demostró que un rejunte de dirigentes no alcanza para gobernar un país y puede
deparar las más dramáticas consecuencias. Después vendrán las explicaciones de
lo ocurrido, más o menos racionales, más o menos disparatadas. Pero es
importante detenerse a pensar que hoy puede estar naciendo el huevo de la
serpiente, aquellos dirigentes que no cumplen sus mínimos compromisos y
terminan dejando el país a la deriva.
Así
actuaron los dirigente de la UCR
y el PRO con el proyecto de reforma al Código Penal. Comprometieron su tarea y
apoyo al proyecto, y luego que sus principales dirigentes y partidos declararan
la imprudencia temporal de la reforma, corridos por la posición punitiva del
oportunista Sergio Massa, desandaron un camino de dos años en el tránsito hacia
una reforma necesaria como política de estado.
Y
también es necesario detenerse en la postura del nuevo delfín neoliberal, el ex
Intendente de Tigre, ya instalado como el candidato preferido por los grupos concentrados
de la economía y por los medios de comunicación hegemónicos en la carrera hacia
el 2015. La oportunista propuesta de convocar a un plebiscito para aprobar o no
la reforma al Código es una muestra de la escasa madurez, como señaló el
miembro de la Corte Suprema
de Justicia, Raúl Zaffaroni, de ciertos dirigentes de nuestra clase política. Y
además una perfecta mentira a la ciudadanía, cuando incluso se están juntando
firmas para apoyar un plebiscito. Gran mentira a quienes firman ya que la Constitución Nacional
no prevee la institución de democracia semi-directa del plebiscito, ni permite
consultas populares sobre aspectos penales. Además, un plebiscito por si o por
no, sobre la reforma a 289 artículos, que algunos de ellos podemos compartir y
otros no, es una propuesta mentirosa en sí misma, y lo es para todos nuestros
conciudadanos. Por este camino de propuestas punitivas oportunistas, Massa
seguramente se acercará a la tristemente recordada propuesta de Carlos Menem de
instalar la pena de muerte en la
Argentina, figura penal también rechazada por la Constitución
Nacional.
Un
párrafo final para la asunción de Michelle Bachelet como primera mandataria en
Chile, y el peso del legado de la figura del ex presidente socialista Salvador
Allende. La hija de éste, Isabel Allende, senadora y flamante presidenta de la Cámara Alta, le entregó los
atributos presidenciales a Bachelet, con una alta dosis de simbolismo.
Esperamos que las propuestas de reforma social que contempla el programa de
gobierno de Bachelet den encarnadura a este simbolismo y se profundice el
cambio social en el país hermano.
Mi
nombre es Mario Della Rocca, el programa es Política con ideas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario